Segunda en frecuencia luego de las erisipelas. Se trata de una infección más profunda que la erisipela, y se caracteriza por una inflamación difusa del tejido celular subcutáneo.
Los gérmenes responsables más frecuente son el Staphylococcus aureus, y el Streptococo pyogenes.
Entre los factores predisponentes tenemos a los traumatismos, quemaduras, cirugías, alcoholismo, vasculopatías, neuropatías, diabetes, obesidad, desnutrición, inmunodeficiencias como el SIDA, adicción a drogas por vía parenteral, entre otros.
Se puede encontrar alguna puerta de entrada al germen infeccioso como heridas, micosis interdigital, intertrigo.
CLÍNICA
El cuadro clínico y la evolución puede ser más rápido y grave que la erisipela, al haber mayor riesgo de septicemia en pacientes predispuestos.
Puede haber edema, calor, enrojecimiento de la zona afectada. La fiebre puede o no estar presente en las fases iniciales.
La extensión de la lesión a diferencia de la erisipela ni está claramente definida y sus bordes no están sobreelevados, y existen a menudo vesículas o pápulas subcutáneas en formación.
DIAGNOSTICO
En fases iniciales puede ser difícil diferenciarlo de la erisipela.
En casos leves el diagnóstico es clínico, y hay que empezar tratamiento de inmediato.
En casos severos solicitar hemograma, PCR, hemocultivo, cultivo de exudado para conocer la sensibilidad del germen aislado para el tratamiento.
Establecer diagnóstico diferencial con las celulitis o fascitis necrosantes.
TRATAMIENTO
Generalmente en el medio hospitalario.
Inmovilización y elevación de la extremidad afectada.
En casos de formación de abscesos subcutáneos es necesario drenarlos.
Si el agente causal es el estreptococo administrar penicilina endovenosa asociada a penicilina oral durante un tiempo prologando, y si el agente causal es un estreptococo administrar cloxacilina endovenoso y luego por vía oral.
En celulitis más graves como los que se da en inmunodeprimidos administrar cefalosporinas de tercera generación, ante la sospecha de bacterias gram negativas.
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