El manejo de la úlcera venosa es un tema apasionante. Tenemos al frente a una persona cuyo padecimiento lo ha convertido en un minusválido, considerándose una carga familiar y muchas veces una persona incapaz de cumplir su rol dentro de la sociedad.
Incidencia
Coincido con otros autores que consideran que un 20% de la población sufre de flebopatías y que el 5% de esta población flebopática van a desarrollar con el tiempo una úlcera por lo que se convino el llamar a esta patología:
“ÚLCERA POR INSUFICIENCIA VENOSA CRÓNICA”.
Debemos recordar que las úlceras en miembros inferiores en el 90% son de origen venoso.
Evaluación del Paciente
Cuando se presenta un paciente con este tipo de patología ante nosotros, es casi seguro que realizó un largo recorrido, realizando un sin número de tratamientos que todos fracasaron.
Examen de la Úlcera:
- Localización - Forma - Área
- Profundidad
- Consistencia
- Movilidad
- Secreciones
- Tejidos necróticos
- Sangrado
- Sensibilidad
FISIOPATOLOGÍA
Es importante conocer el porque o como es que se forma una úlcera, y esto empezamos explicándolo; que al haber una falla valvular se va a producir un fenómeno de hipertensión venosa que va a obligar a que la sangre fluya a la superficie formándose las venas varicosas; esto con el tiempo se va a ir complicando y produciendo cambios tróficos en la piel, como una piel marrón que sucesivamente va a ir hiperpigmentándose, muchas veces llegando a una coloración negra, signos de una insuficiencia venosa crónica de muchos años, que no ha recibido el tratamiento adecuado, esto conlleva al debilitamiento total de la piel que en cualquier momento pierde vitalidad rompiéndose y de esta manera formándose la úlcera varicosa. En las miles de úlceras tratadas, siempre en todas ellas encontramos una o más venas varicosas en relación a la úlcera, por eso es que siempre nuestro primer paso es identificar las nutrientes de esta úlcera, muchas veces no es fácil lograrlo, por el edema marcado o por una dermatitis indurativa, etcétera. De ser así damos las indicaciones necesarias al paciente para identificar posteriormente a la vena o venas nutrientes.
También debemos tener en cuenta los conceptos de reflujos largos, cortos o de perforantes, que tienen que ser tratadas indefectiblemente para el éxito de nuestro paciente ulceroso.
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